Hambre
y represión.
El
abastecimiento de alimentos supuso un grave problema, sobre todo en
zona republicana, ya que los nacionales dominaron las zonas
agrícolas.
El
racionamiento de los alimentos fue común.
Las
familias sufrían por temor a los reclutamientos.
Se
dieron las represalias practicadas por ambos bandos, conocidas como
"paseos": un grupo armado sacaba de su domicilio a una
persona con el pretexto de "llevarla de paseo", se alejaban
de la localidad y la asesinaban.
En
el lado de los sublevados cogían miembros de izquierda,
intelectuales y militares fieles a
la
República fueron encarcelados o asesinados en zona nacional.
En
la zona republicana fueron perseguidos los caciques, terratenientes,
los empresarios y el clero.
Los
exiliados fueron enterrados en fosas comunes por la noche y sin
identificación.
Refugiados
y exiliados.
Ante
el temor del avance de las tropas de Franco, muchas personas
abandonaron sus casas y se convirtieron en refugiados, que afectaba
sobre todo a mujeres e hijos de combatientes republicanos.
Cientos
de miles de personas se marcharon al exilio.