domingo, 19 de febrero de 2012

1.La caída del zarismo en Rusia(1905- febrero de 1917)

El fin del zarismo
A principios del siglo XX, en Rusia se mantenía una monarquía absoluta. El zar, concentraba el poder supremo del Estado y lo ejercía sin límites y estaba apoyado por la nobleza, la Iglesia ortodoxa, el ejército y la burocracia.
Aunque existía un Parlamento(la Duma), sus poderes eran muy limitados, pues el zar podía convocar o disolver. Las libertades políticas eran existentes y los opositores eran perseguidos por la policía política.
La economía seguía siendo agraria, aunque la industrialización se había iniciado.
Desde el siglo XIX existían distintas fuerzas políticas opuestas al zarismo. Estas fuerzas representaban a distintos grupos sociales e ideas políticas: partidos burgueses, partidos campesinos y partidos obreros revolucionarios que se dividían en dos grupos: los mencheviques(moderados) y bolcheviques(radicales liderados por Lennin).

La revolución de 1905
En 1905 el ejército zarista fue derrotado por las tropas japonesas en una expansión de Rusia en Asia.
La revolución de 1905 se desencadenó el 9 de enero, cuando las masas populares se dirigieron a la residencia del zar, para hacerle llegar sus peticiones. Los manifestantes no pretendían destruir el zarismo sino denunciar el mal gobierno y forzar el inicio de reformas políticas. La respuesta de las autoridades fue que saldó con numerosos muertos. Se reconoce a este día con el nombre de domingo sangriento.
Los campesinos y obreros se organizaron en sóviets(consejos o asambleas populares), creando una gran importancia en el futuro.
El zar se vio obligado a hacer algunas concesiones, la principal fue la elección por sufragio universal de la Duma. Rusia parecía convertirse en una monarquía parlamentaria. El zar incumplió y volvió a gobernar sin contar con la Duma.

La revolución de febrero de 1917
En 1914 Rusia entró en la Primera Guerra Mundial. Ni la economía ni el ejército estaban preparados para la guerra.
El 25 estalló una huelga general y el 26 se produjeron motines en los cuarteles y las tropas se negaron a disparar contra los huelguistas.
El 27 de febrero se creó un Gobierno Provisional, en el que el moderado Kerensky era la figura más destacada. El gobierno pretendía instaurar un sistema político liberal y el zar fue obligado a abdicar.
Pero el Gobierno Provisional no tenía autoridad en todo el territorio. Obreros, campesinos y soldados formaron sóviets, que incluso llegaron a tener sus propias milicias armadas(Guardia Roja). Los sóviets se inclinaron hacia los bolcheviques, que pedían abandono de la guerra, la mejora de las condiciones de vida de los obreros, el reparto de tierras para los campesinos y el reconocimiento de las minorías nacionales.

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